lunes, 11 de octubre de 2010

POESIA


MI PAGO AYMARA

Caminito de recuerdos baldíos,
donde corriera mis pies trotamundos
entre la polvareda que secuestra mi infancia,
entre la dicha que liberta mi alma.
Buscando leños encontré dos palmeras solitarias
como piernas olvidadas de algún gigante
moles que el tiempo derriba al volver la espalda,
y en el regreso extasiado de sombras vetustas
corría con quejura los leños tras de mi
en las tardes de cañaverales mansos
hasta el adobe hogareño,
allí donde el fogón adormecido
devora con premura el leño servil
que se doblega entre las entrañas de fuego.
Ya noche las estrellas convidan
historias floridas que por las bocas ancianas nacen
y aún crio, vuelo con cada palabra
mientras enfrío el mate de hierba luisa…
y por alguna cerne razón que nunca entendí,
busco la dura marraqueta de ayer,
sublimada quizá por algún secreto del paladar.
Si por designio divino escurriese mi alma,
a mejor puerto que el de la materia,
procuraré remontarme al recuerdo aquel…
en que trémulo de neófita emoción
rocié mi fe a los pies de mi tierra aymara.